martes, 3 de noviembre de 2009

La Salud a través de los ojos







Publicado por: Patricia Sandino Chiari



Una nueva técnica terapéutica está de moda: Se trata de la iridología, disciplina de la medicina alternativa que cumple funciones de prevención a través del estudio de las fibras del iris, en donde, como un mapa, se asocian secciones de éste con zonas del cuerpo.

Para la persona especialista en esta materia, que alguien comience a manifestar pequeñas aperturas en las fibras del iris revela que no están llegando suficientes nutrientes o energía a alguna área. Cuanto más profunda llega a ser la “herida”, más grave puede ser la inflamación o la patología que se esté presentando en esa región.

Según esta disciplina, el iris puede revelar cuándo una persona presenta cuadros de áreas deterioradas del cuerpo, niveles de colesterol, nutrición, propensión a ciertos padecimientos, pero también manifestaciones neuropsicológicas, como depresión y estrés.

Aunque se acepta que no siempre es posible determinar con exactitud qué patología es la que afecta, se considera que la iridología está muy cercana a la realidad del paciente en el momento de emitir un diagnóstico.

Quien se decida a probar esta técnica debe basarse en una recomendación confiable. Ello sin olvidar que una valoración a través de estudios clínicos y medicina alópata nunca estará de más para corroborar un determinado diagnóstico.

El examen

Sus defensores aseguran que permite reconocer y diferenciar los signos presentes en cada iris. La posición ocupada por los signos corresponde a los órganos del cuerpo humano con los cuales tienen relaciones clínicas. Topográficamente el iris está dividido en 12 sectores radiales (como la esfera de un reloj) y en 6 anillos concéntricos; el lugar que ocupa cada órgano varía según las diferentes escuelas.

Los diferentes signos a reconocer son:

• Manchas toxinitas
• Densidad iridiana
• Manchas residuales
• Signos orgánicos
• Coloraciones anormales

Existen muchas versiones sobre lo que la iridología puede mostrar y lo que no. A pesar de que la lista está lejos de ser completa, el 75 por ciento de los iridólogos están de acuerdo con lo aquí listado. Con el continuo desarrollo e investigación, seguramente habrá muchos más descubrimientos valiosos que modificarán esta lista.

Lo que sí se ve por el iris.

• Debilidades y fortalezas inherentes de órganos, glándulas y tejidos.
• Fortaleza o debilidad constitucional del individuo, ya sea adquirida o heredada.
• Estado de la inflamación de órganos, tejidos, su localización y el grado de necesidad de cuidados.
• La cantidad relativa de toxicidad en órganos, glándulas y tejidos.
• Condición del sistema gastrointestinal, grado de acidez, espasticidad, abombamiento, prolapso, inflamación y condición nerviosa.
• Grado de acidez de órganos, glándulas y tejidos.
• Deficiencia de asimilación nutricional y carencia de minerales en órganos, tejidos y glándulas.
• Congestión linfática.
• Capacidad de recuperación del cuerpo y calidad de la fuerza/energía nerviosa.
• Fuente de infecciones de bajo nivel.
• Resultados de la fatiga por estrés físico y mental.
• Condición preclínica de muchas enfermedades tales como diabetes, cardiovascular, apendicitis, prostatitis, etc.
• Nivel de circulación sanguínea en órganos y tejidos así como la influencia de un órgano sobre otro.
• Potencial senil.
• Signos de curación en órganos, tejidos y glándulas, y el grado de respuesta al
tratamiento que indica si la terapia está funcionando.

Lo que no se ve por el iris .

• Si el sujeto es masculino o femenino.
• Enfermedades por nombres.
• Las operaciones quirúrgicas que un individuo ha tenido.
• Embarazo.
• Si hay un tumor y qué tamaño tiene.
• La presencia de piedras en riñones o vesícula biliar.
• La presencia de sida.
• Si hay bloqueo en una arteria.
• Si existe hemorragia.
• Nivel de la presión sanguínea, azúcar en sangre u otros resultados de laboratorio.
• Niveles de ácido úrico en el cuerpo.
• El tiempo y causa de una herida.
• La presencia de infecciones por microorganismos.
• Si una operación es necesaria.
• Qué alimentos un individuo come o no come, específicamente.
• La presencia de metales pesados en el cuerpo.
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La salud a través de los ojos

Publicado por: Patricia Sandino Chiari



Una nueva técnica terapéutica está de moda: Se trata de la iridología, disciplina de la medicina alternativa que cumple funciones de prevención a través del estudio de las fibras del iris, en donde, como un mapa, se asocian secciones de éste con zonas del cuerpo.

Para la persona especialista en esta materia, que alguien comience a manifestar pequeñas aperturas en las fibras del iris revela que no están llegando suficientes nutrientes o energía a alguna área. Cuanto más profunda llega a ser la “herida”, más grave puede ser la inflamación o la patología que se esté presentando en esa región.

Según esta disciplina, el iris puede revelar cuándo una persona presenta cuadros de áreas deterioradas del cuerpo, niveles de colesterol, nutrición, propensión a ciertos padecimientos, pero también manifestaciones neuropsicológicas, como depresión y estrés.

Aunque se acepta que no siempre es posible determinar con exactitud qué patología es la que afecta, se considera que la iridología está muy cercana a la realidad del paciente en el momento de emitir un diagnóstico.

Quien se decida a probar esta técnica debe basarse en una recomendación confiable. Ello sin olvidar que una valoración a través de estudios clínicos y medicina alópata nunca estará de más para corroborar un determinado diagnóstico.

El examen

Sus defensores aseguran que permite reconocer y diferenciar los signos presentes en cada iris. La posición ocupada por los signos corresponde a los órganos del cuerpo humano con los cuales tienen relaciones clínicas. Topográficamente el iris está dividido en 12 sectores radiales (como la esfera de un reloj) y en 6 anillos concéntricos; el lugar que ocupa cada órgano varía según las diferentes escuelas.

Los diferentes signos a reconocer son:

• Manchas toxinitas
• Densidad iridiana
• Manchas residuales
• Signos orgánicos
• Coloraciones anormales

Existen muchas versiones sobre lo que la iridología puede mostrar y lo que no. A pesar de que la lista está lejos de ser completa, el 75 por ciento de los iridólogos están de acuerdo con lo aquí listado. Con el continuo desarrollo e investigación, seguramente habrá muchos más descubrimientos valiosos que modificarán esta lista.

Lo que sí se ve por el iris.

• Debilidades y fortalezas inherentes de órganos, glándulas y tejidos.
• Fortaleza o debilidad constitucional del individuo, ya sea adquirida o heredada.
• Estado de la inflamación de órganos, tejidos, su localización y el grado de necesidad de cuidados.
• La cantidad relativa de toxicidad en órganos, glándulas y tejidos.
• Condición del sistema gastrointestinal, grado de acidez, espasticidad, abombamiento, prolapso, inflamación y condición nerviosa.
• Grado de acidez de órganos, glándulas y tejidos.
• Deficiencia de asimilación nutricional y carencia de minerales en órganos, tejidos y glándulas.
• Congestión linfática.
• Capacidad de recuperación del cuerpo y calidad de la fuerza/energía nerviosa.
• Fuente de infecciones de bajo nivel.
• Resultados de la fatiga por estrés físico y mental.
• Condición preclínica de muchas enfermedades tales como diabetes, cardiovascular, apendicitis, prostatitis, etc.
• Nivel de circulación sanguínea en órganos y tejidos así como la influencia de un órgano sobre otro.
• Potencial senil.
• Signos de curación en órganos, tejidos y glándulas, y el grado de respuesta al
tratamiento que indica si la terapia está funcionando.

Lo que no se ve por el iris .

• Si el sujeto es masculino o femenino.
• Enfermedades por nombres.
• Las operaciones quirúrgicas que un individuo ha tenido.
• Embarazo.
• Si hay un tumor y qué tamaño tiene.
• La presencia de piedras en riñones o vesícula biliar.
• La presencia de sida.
• Si hay bloqueo en una arteria.
• Si existe hemorragia.
• Nivel de la presión sanguínea, azúcar en sangre u otros resultados de laboratorio.
• Niveles de ácido úrico en el cuerpo.
• El tiempo y causa de una herida.
• La presencia de infecciones por microorganismos.
• Si una operación es necesaria.
• Qué alimentos un individuo come o no come, específicamente.
• La presencia de metales pesados en el cuerpo.